Compras de última
hora, padres despiertos hasta tarde y niños sin ganas de ponerse el uniforme en
la mañana, son algunos síntomas que pueden afectar la convivencia familiar.
Para algunos niños, volver al colegio después
de casi tres meses de vacaciones es una rutina más a la que se adaptan
fácilmente, casi sin ningún problema. Sin embargo, para otros la vuelta a
clases se transforma en una tortura.
La idea es que los padres trasmitan a sus
hijos que la vuelta a clases implica aprender en forma entretenida,
compartir, jugar con los compañeros, sentirse acompañado, es decir darle un
sentido.
Recomendaciones:
- Carácter
positivo:
Los padres tienen que tratar de no darle un
carácter negativo al inicio del año, sino que hablar con ellos y hacerles saber
que esto es parte de la vida habitual de una familia, y así como los adultos
tienen que volver a trabajar, los más chicos deben volver a clases.
Es esencial que los padres tengan presente
que el principal formador de los niños es la familia, por lo tanto que sientan
agrado por los estudios depende gran parte de ellos.
La actitud positiva que tengan los padres
frente al ingreso a clases es fundamental, esto deben mostrarlo no solo en ese
ámbito, si no también en el de sus propios trabajos. Los niños y adolescentes
absorben de nosotros la mirada frente a la vida, situaciones de cambio, etc. Si
ellos también están ansiosos por los gastos, vuelta al trabajo, transmitirán
esto a sus hijos.
Los
adultos debiéramos tener presente que nuestra forma de relacionarnos,
nuestra conducta y actitud hacia el entorno constituye un acto de
aprendizaje cotidiano, un modelo que nuestros hijos replican a su
vez en las relaciones familiares, de amistad y en el colegio; para
educar siempre es fundamental observarnos en nuestro roles de padre
y madre, de educadores para la vida, “más vale una acción honesta y
coherente que mil palabras".
- Restablecer
los horarios:
Para evitar que el regreso de vacaciones sea
percibido por parte del niño como un cambio brusco de rutina, con una
imposición violenta de acostarse temprano, es aconsejable prepararlos
gradualmente, ir por día adelantando el horario de dormir hasta llegar a
lo adecuado de tal manera que lograrán progresivamente adaptarse a
las levantadas temprano. Lo mismo debiera aplicarse con las restricciones a los
juegos, al computador y la televisión.
Restablecer los horarios de las comidas es
también fundamental, un desayuno equilibrado en lo posible tranquilo, con
tiempo destinado a ello, sentado en una mesa compartiendo con la familia,
permite iniciar una jornada escolar con energía y entusiasmo. La colación de
media mañana debiera ser saludable, atractiva y liviana, una fruta, un sándwich
colorido y nutritivo o similar.
En general, lo más problemático es levantarse
temprano, y en ese sentido es importante volver a la rutina por lo menos una
semana antes. No es necesario que se levanten a las 7 de la mañana como si
fueran a ir al colegio, pero sí que se empiecen a acostar más temprano y que el
propio cuerpo del niño vaya regulando sus horas de sueño.
- Rayado de cancha:
Hay reglas y exigencias que un niño tiene que aceptar más allá de sus ganas. Una complicación actual de los padres es tratar de negociarlo todo, y esto no tiene que ser así.
Esto no quiere decir ser autoritario, sino
hablar con los niños y dejarles muy claro que habrá hábitos y horarios para ver
televisión, para estar en el computador y para estudiar.
Y
plantearles cuáles serán las exigencias y los límites para el año y cuáles son
las cosas que necesariamente tienen que hacer todos los días, como ordenar su
mochila y hacer sus tareas.
El
crear hábitos, que es tan importante, no es algo que esté dentro de las
decisiones del niño, sino que es una responsabilidad que les compete
completamente a los padres.
Todo esto es importante dialogarlo, de manera
que el niño sepa que todas las libertades y los beneficios veraniegos son
transitorios, que se trata de un período del año y que la vuelta a la
normalidad implica adecuarse a la rutina de la casa.
A todos, niños y
adultos, nos gustaría vivir constantemente en vacaciones. Pero la vida no es
así, y por eso es importante irlo hablando con los niños de antemano.
- Mi primer día:
Un caso especial son los niños que van a
entrar por primera vez al colegio, donde el entusiasmo y el temor son otros.
Las expectativas están mucho más teñidas de fantasías que de realidad, y en ese
caso el camino es hablar mucho con el niño, acompañarlo y ayudarlo a entender.
- Chequeo
Médico:
Es necesario realizar un chequeo médico a nuestros
hijos para que no tengan problemas al comenzar el año. Y si nuestros hijos han
tenido algún tipo de tratamiento médico, generalmente se retoman a principios
de año y por eso es muy importante este control.
Es aconsejable un control de rutina anual
con el pediatra para un chequeo médico, quién lo evaluará
globalmente y definirá si requiere consultas con otros especialistas,
oftalmólogos, otorrinos, neurólogos, psicólogos u otros.
En ocasiones
alguna alteración que no ha sido detectada previamente la cual es corregible en
forma simple y rápida, puede constituir un factor que altera el
aprendizaje o forma de relacionarse con su entorno, por ejemplo el uso de
lentes ópticos.
Fuente:
davila.cl